Atardecer en agosto: Bougainvillea spectabilis

¿Qué tal todo? ¿Apurando los últimos días de playa? Siempre me ha producido cierta nostalgia la última quincena de agosto. Ya se nota que el sol “duerme” antes, acortándose los días y refrescando los atardeceres, así que aprovecho para pasear cerquita del mar, disfrutando de la brisa mientras se pone el sol, reteniendo esa sensación de paz y aire limpio en la cara, para que me dure todo el año. Abro mucho los ojos ahora; luego los cerraré para volver a este momento.

Y para disfrutar del ocaso, escogí un look práctico y cómodo para ir por la playa, pero algo especial, que también sirviera para ese “luego tomamos algo” tan típico también de las tardes-noches de estío. Así que me decanté por este vestido, que me atrapó por el color intenso y nada estridente al mismo tiempo: ni es rosa, ni es magenta, ni es morado…es un color buganvilla, no creéis?

 

El vestido es “ablusado” por la parte superior, desprendido, con un fruncido en el propio algodón que le hace ser diferente y original, pero sin pretensiones. Las tintadas/pintadas a mano, que hacen que cada modelo sea único, terminaron de encandilarme.

Es de Live, una tienda de la que ya os he hablado en varias ocasiones desde mi vuelta. Y es que, he de confesaros, que ha sido uno de mis grandes descubrimientos desde que tuve al bebé…con el pequeño se me hace complicado, trabajoso cuanto menos, ir a Zara o cualquier gran superficie mientras lo paseo (¡le gusta más la calle!), y esta tienda la tengo cerca de casa; si le unes que tienen una selección muy cuidada y prendas algo diferentes, creo que con un estilo especial, los paseos diarios con el peque acaban en Live muchas veces…;)

(Tal y como diría Mr Trendsetter: Un pie que asoma…)

El bolso tiene un colorido alegre que lo hace muy combinable, y un toque hippie que me encanta. Y las sandalias vienen a ser mis “romanas”. Las romanas o gladiadoras que tanto se están viendo este verano, no me convencen mucho porque creo que acortan algo la pierna (al menos a mí), así que me decidí por estas sandalias de pitón, que enrollan discretamente el tobillo y la parte superior, como “sin querer”, e imitando al reptil.

Vestido: Live

Bolso: Live

Sandalias: Live

 Espero que no os canséis mucho del escenario de las fotos…me temo que va a salir en más de un post. También se lo debemos al del piececillo ese que asoma en la foto. Además de que en esta ocasión sabíamos que iba a haber poca luz en la playa, y decidimos hacer algunas antes en casa para que se apreciara bien el vestido, en casa también es donde «controlo» al enano mejor mientras hacemos las fotos…espacio confinado y territorio conocido, ya os imaginaréis 😉

¿Os ha gustado el look? ¿Qué os parece el color buganvilla? ¿Cuál es vuestro outfit para disfrutar de un atardecer que se alarga en la playa? ¿Os gustan las sandalias? ¿Qué os parecen las gladiadoras que tanto están dando que hablar este verano?

¡Mil besos y muchas gracias por vuestras visitas y comentarios!

Ana

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